lunes, 31 de agosto de 2020

Cartas a Ramón (1) 31 de agosto de 2020

 CARTAS A RAMÓN

Dibujo de Cartas y sobre pintado por en Dibujos.net el día 13-05-15 a las  16:15:35. Imprime, pinta o colorea tus propios dibujos!

Primera carta

31 de agosto de 2020

 

Querido Ramón:

 Mañana comienza el curso 2020/2021, el más incierto que he estrenado en mi larga vida profesional, que sobrepasa los treinta años de docencia. La epidemia del coronavirus es el motivo de la incertidumbre. ¿Cómo se desarrollará la vida escolar día a día, semana a semana, mes a mes? Nadie lo sabe y, menos que nadie, los poderes públicos.

A finales de junio avisé en este blog que “la madre del cordero” sería la vuelta al cole en septiembre. Teníamos por delante el colchón del verano, de las vacaciones, del calor. Con cierto asombro hemos comprobado que el calor no mata al bicho del coronavirus, que campa a sus anchas por la geografía mundial. Los últimos contagios, nos dicen los medios de comunicación, se han producido en reuniones familiares y juergas descontroladas. Sea donde sea, si ha habido contagio, es que el bicho anda suelto.

En nuestro último desayuno (viernes, 28 de agosto), con el que despedíamos las vacaciones de verano, me pediste, como buen pedagogo y ciudadano preocupado por la sociedad que eres, que te fuera informando de cómo se irá desarrollando la vida escolar en los meses venideros. Tu petición me dio la idea de hacerlo en modo epistolar. Lo que no sé es si hacerlo en privado o en público a través de este blog. Lo que salga se titulará Cartas a mi amigo Ramón o a Ramón a secas, ya veremos. El problema cuando la epístola es pública es que es menos exacta por incompleta, no menos sincera: se escribe con más precaución y hay detalles que no se cuentan por vergüenza o por no ofender.

Mañana es 1 de septiembre. Todos los colegios de la escuela pública tendrán el primer claustro: bienvenida, adscripciones oficiales, normas de funcionamiento para este curso, que este año tendrán miga. En los medios de comunicación circulan muchas informaciones contradictorias sobre el binomio escuela-coronavirus. Mañana en el claustro sabremos la información verdadera, por eso, no he hecho ningún caso a la rumorología con que nos inundan. Es uno de los claustros que más expectación me han producido en mi vida.

Esta tarde —ahora son las 20:20 h— estoy sereno y confiado en que lo haremos lo mejor posible con nuestros alumnos, pero puedo irme descomponiendo a medida que llegue la noche. ¿Será una noche de insomnio? No quisiera, aunque estaría justificado con la que está cayendo. Espero descansar bien para la batalla que nos espera.

Mi último día de agosto ha sido muy normalito, como casi todos mis días. Continúo con la lumbalgia que tenía el viernes en el desayuno, la que me vino montando en bicicleta el jueves, camino de Chinchón (Madrid). El sábado caminé y ayer, que me encontraba algo mejor, salí a entrenar en bicicleta. Fui con cuidado los primeros kilómetros y luego, aunque en todo momento me dolían las lumbares, se me fue calentando el cuerpo y fui pillando buen ritmo. Pero me equivoqué de cabo a rabo. ¡No debí haber salido! ¡Qué dolor por la tarde! Empeoré todo lo que había mejorado el viernes y el sábado. Espero no haberme hecho yo solito una lesión seria. Así que he decidido abandonar las actividades deportivas esta semana para recuperarme bien. No me puedo permitir estar de baja en estos momentos. Con toda seguridad el miércoles tendré que cambiar con mi vecino de aula el mobiliario de los alumnos, y tengo que poder, Dios mío. Aunque la gente no lo sepa o no se lo crea, estos trabajos brutos de mudanza nos los curramos los maestros solitos a costilla o a lumbares. Somos chicos para todo.

Lo del día normalito consiste en leer, escribir, hacer tareas domésticas, cuidar de familiares mayores, hacer recados. Ya me entiendes.

Hoy he despedido el verano concluyendo dos libros: Illes mediterrànies. 1. De les Medes a les Balears de Josep Pla (en catalán) y Niños con autismo y TGD. ¿Cómo puedo ayudarles? de Paloma Cuadrado y Sara Valiente (Editorial Síntesis). Interesantísimos los dos, cada uno en su tema. Conoces mi admiración por Pla, por el que me enseñé catalán en 2013 para poder leerlo directamente sin traducciones. El libro sobre autismo es una síntesis muy útil y clara para padres y maestros, y profesionalmente me hacía falta refrescar los conocimientos sobre la cuestión. Como te los he comentado en directo, no me extiendo, que la epístola se está alargando de más.

Continuaremos en contacto, amigo.

Adiós.

Carlos Cuadrado Gómez