domingo, 31 de agosto de 2014

SOBRE LA LOMCE (2)

LA LEY WERT:
LA LOMCE 
(2)


El currículo

En el artículo 6, la LOMCE define el currículo como «la regulación de los elementos que determinan los procesos de enseñanza aprendizaje para cada una de las enseñanzas». ¿Qué se quiere decir con regulación? ¿No forman parte del currículo los elementos que se quieren regular? ¿Esos elementos (objetivos, contenidos, criterios de evaluación, etc.) qué son?
En anteriores leyes, como la LOCE (Art. 8) o la LOE (Art. 6), el currículo es el conjunto de los elementos que se regulan. En la definición de la LOMCE se da a entender que el currículo es únicamente la voluntad del regulador, que relaciona los elementos como considera mejor en su infinita sabiduría. Sería, si queremos ser más condescendientes, lo relacional de los elementos. Considero que esta visión es un error del legislador.
A continuación, en el mismo artículo 6, la LOMCE vuelve a definir el currículo, pero ahora enumerando sus elementos: Art.6.2.: «El currículo estará integrado por los siguientes elementos: objetivos; competencias o capacidades; contenidos; metodología didáctica; estándares y resultados de aprendizaje evaluables; criterios de evaluación». No creo que formen parte del currículo los resultados de aprendizaje evaluables. Los resultados de la evaluación pueden ayudarnos a rediseñar un currículo, pero nunca un resultado futuro, potencial e incierto, puede adelantarse en la confección de un currículo: el currículo se diseña con antelación a su puesta en práctica o implementación (el DRAE admite esta palabra), pero en el diseño no es lógico que se incluyan los resultados de su puesta en práctica.
Los contenidos, que son definidos como conjuntos de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes:
‒se ordenan en asignaturas;
‒las asignaturas se clasifican en materias, ámbitos, áreas y módulos.
Será preciso leer los decretos que desarrollan el currículo para comprender esta organización de los contenidos. La clasificación de las asignaturas no me queda clara, pero puede deberse a mi espesura mental.
En el artículo 6.bis, a  la vez que se reserva a las Administraciones educativas la competencia de complementar los contenidos de asignaturas troncales y establecer los de las asignaturas específicas, se permite lo mismo a los centros docentes. ¿Puede darse algún tipo de conflicto de competencias? Si ocurre, será la Administración quien se lleve el gato al agua. Sinceramente no creo que sea necesario dar esta competencia a los centros. ¿Es que quedan cojos los contenidos o mal establecidos en la legislación al respecto? ¿Tanto hay que complementarlos o tanto hay que afinar su establecimiento? Creo que es un tiro al aire de la autonomía pedagógica de los centros públicos, simple apariencia.
También me parece simple apariencia la concesión de que los centros puedan «determinar la carga horaria correspondiente a las diferentes asignaturas», cuando unas líneas más arriba las Administraciones se reservan la competencia de fijar el horario máximo de las asignaturas troncales y el horario de las asignaturas específicas. No sé cómo se comerá esto. Pienso que simplemente nadie o muy pocos se plantearán hacer cambios de carga semanal horaria una vez que se determine en las circulares de comienzo de curso. A lo mejor, ahora dejan de tocar esta cuestión en las circulares, o dejan estrechos márgenes, los justos para crear discordias, no lo sé.

La Educación Primaria

Grosso modo, las principales diferencias entre la LOMCE y las anteriores leyes de Educación (LOGSE, LOCE, LOE) son:
Una. La asignatura de Conocimiento del Medio se desdobla en Ciencias de la Naturaleza y en Ciencias Sociales.
Dos. Se suprimen los ciclos. La unidad temporal es el curso, de manera que la promoción o no promoción ya no se decide en los cursos pares, sino en cualquiera de los seis años de la Primaria, si bienn sólo se puede “repetir” una vez, como en las anteriores leyes. Por otro lado, no sé cómo afectará esta decisión a la organización de los centros, porque el Equipo de Ciclo como tal desaparece y la figura del coordinador de ciclo también. ¿Habrá Comisión de Coordinación Pedagógica? Posiblemente, la organización de los centros quede en manos del propio centro, que tendrá que elaborar sus propios reglamentos, con lo que las diferencias entre unos colegios y otros pueden afectar también a la estructura organizativa. Mi consejo es dejar las cosas como estaban, que estaban bien, y mantener la estructura que ha venido funcionando desde la LODE, más o menos. En tiempos de turbación, no hacer mudanza.
Tres. Hay una asignatura alternativa a la Religión: Valores Sociales y Cívicos. Le dedicaremos una sección aparte.
Cuatro. Hay una serie de asignaturas que quedan a merced de la oferta que quieran hacer las Administraciones autonómicas o, si dejan el asunto muy ambiguo, cada centro educativo. Son: Educación Artística, Segunda Lengua Extranjera, Religión y Valores Sociales y Cívicos. La Educación Artística, lamentablemente, pende de un hilo y, de rebote, la Música. Y se refuerza la Religión, que puede cursarse juntamente con Valores Sociales y Cívicos. Si un centro admite que puedan cursarse ambas, me dirán cómo se organizan, porque habrá alumnos que opten por una o por dos. Un lío.
Cinco. En los objetivos se incluye el espíritu emprendedor. ¿Es que anteriormente buscábamos formar un sujeto apocado y cobarde? La palabra emprendedor tiene unas connotaciones sociales que no me parecen de buen gusto: en la actual situación de crisis, con unas tasas de paro escandalosas, el emprendedor sería el individuo que es capaz de buscarse la vida y de no vivir de la sopa boba del subsidio de desempleo. Más o menos, creo que esos matices resuenan en los oídos de la gente cuando escucha la palabreja. El ministro Wert no ha podido resistirse a la tentación de incluirla en los objetivos de esta etapa y de las siguientes. Pienso que una ley de Educación no es el lugar apropiado para hacer política pequeña, y menos en estos detalles que no conducen a nada. Porque ¿Cómo se evalúa el espíritu emprendedor? ¿Cómo calificamos al niño que no supere los objetivos o los supere por los pelos? ¿Algo así como no emprendedor, que es lo mismo que decir acomodaticio, apocado o cobarde? Creo que esto no hay por donde cogerlo.
Seis. Las pruebas externas se hacen en los cursos 3.º y 6.º. No tienen valor académico. Si se hicieran bien, serían sumamente orientadoras y útiles. En la práctica, condicionarán el desarrollo de la actividad escolar, que se orientará en muchos lugares hacia el adiestramiento para las pruebas, porque los colegios entran ‒esto ya se hace‒ en una calificación pública, donde se los ordena de acuerdo con las pruebas, dándose a entender cuáles son los mejores y cuáles los peores, como en la clasificación de la liga de fútbol.
Cerramos esta sección con un cuadro/resumen de las asignaturas de Educación Primaria y de algunas de las cuestiones que hemos mencionado anteriormente:

EDUCACIÓN PRIMARIA ‒ LOMCE

CURSOS
6 cursos, de 1.º a 6.º
ASIGNATURAS
TRONCALES
ESPECÍFICAS
OTRAS
1. Ciencias de la Naturaleza
2. Ciencias Sociales
3. Lengua castellana y literatura
4. Matemáticas
5. Primera lengua extranjera
1. Educación Física
2. Religión o Valores Sociales y Cívicos (VV. SS. CC.)
3. Una de las siguientes:
3.1. Educación Artística
3.2. Segunda lengua extranjera
3.3. Religión o VV.SS.CC. (o sea, se pueden cursar ambas)
1. Lengua cooficial en algunas CC. AA.
2. Asignaturas de libre configuración autonómica
3. Asignaturas que oferten los centros docentes: asignaturas específicas no cursadas, profundización o refuerzo de asignaturas troncales, áreas a determinar
PROMOCIÓN
No hay ciclos. Se promociona o no se promociona curso a curso. Sólo puede “repetirse” una vez.
PRUEBAS EXTERNAS
En 3.º y en 6.º

viernes, 29 de agosto de 2014

SOBRE LA LOMCE (1)

LA LEY WERT:
LA LOMCE
(1)

Introducción

En unos días comienza el curso 2014/2015. Algunos artículos de la última ley de educación, LOMCE o Ley Wert, entran en vigor. Cumplo con mis lectores el compromiso de darla a conocer y analizarla.
Haré más hincapié en los aspectos referidos a la Educación Primaria. Lo haré a lo largo de varias entradas. Hay muchos aspectos técnicos de educación que nunca se comentan en los medios de comunicación. La financiación y la política de becas tienen que ver con los presupuestos generales y con la política social de los gobiernos de las diferentes administraciones del Estado. Por supuesto, afectan al día a día de la educación, pero no son lo único que afecta al sistema educativo. Como maestro, hago una selección de los contenidos de la ley que más nos afectan y los analizo cuando lo considero oportuno.

Una ley incómoda de leer

De momento, que yo sepa, no hay un texto refundido para leer la LOMCE, que, propiamente no aporta un articulado nuevo. Hay que leerla con la anterior ley de educación, la LOE (2006), al lado, pues hay que ir cotejando artículo a artículo ambos textos.
La LOMCE tiene un único artículo, que dice: «Artículo único. Modificación de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, se modifica en los siguientes términos».
Efectivamente, la LOMCE respeta rigurosamente el orden del articulado de la LOE, y mantiene, modifica, suprime o amplia cada uno de sus artículos. Para el lector, leer la LOMCE es una tarea farragosa e incómoda. ¿Cuántos hemos cogido el lapicero y unos folios y nos hemos puesto manos a la obra?
De la ley podemos decir de todo menos que sea clara. ¿Ha sido una estrategia para desanimar a la gente? No sé si pensar que el redactor ha sido torpe o hábil. Si ha sido hábil, dudaremos de sus buenas intenciones. Si ha sido torpe, ¿quién le ha permitido redactar una ley de educación? Leed la ley y juzgar por vosotros mismos.
Quien se atreva a leer la LOMCE debe proveerse de los siguientes documentos, que pueden descargarse fácilmente de Internet:
‒Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (BOE: 4 de mayo de 2006).
‒Ley Orgánica 8/2013, de 9 de noviembre, para la mejora de la calidad educativa (BOE: 10 de diciembre de 2013).
‒Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria (BOE: 1 de marzo de 2014).
Se hace referencia a otros documentos legales, como la LODE de 1985, pero los tres que cito son imprescindibles. Si es preciso, más adelante daremos información del resto del corpus legal.

Un preámbulo ilusorio

Los preámbulos de todas las leyes de educación son ilusorios: la ley en cuestión va a cambiar el mundo de la educación y, por ende, el mundo en su totalidad. La LOMCE en este sentido no se diferencia de las demás.
Sin embargo, el preámbulo de la LOMCE llega a la cumbre de lo ilusorio y, a veces, cae en unas simplezas y una propaganda burdas. Parece que alguien lo ha escrito en una tarde de inspiración, de un tirón, como quien habla con el vecino en la barra de un bar. Se emplean términos ambiguos, nada técnicos. ¿Qué se quiere decir, por ejemplo, con la palabra “talento”? Fulano tiene mucho talento, es muy espabilado, dice la gente en la cola del mercado. ¿Y “espíritu emprendedor”? ¿Y “sentido común”?
Dice el preámbulo: «Detrás de los talentos de las personas están los valores que los vertebran, las actitudes que los impulsan, las competencias que los materializan y los conocimientos que los construyen». La frase está muy bien como comentario catequético, pero adolece que toda técnica. ¿Quién ha escrito esto? ¿Es la educación o la pedagogía una ciencia? Leyendo esto, lo dudo.
Dice el preámbulo: «Como nunca hasta ahora la educación ha tenido la posibilidad de ser un elemento tan determinante de la equidad y del bienestar social». Hombre, Wert, que tú no te has inventado la educación ni eres el primero que considera que la educación es un motor del progreso social y la igualdad de los seres humanos. ¿En qué tiene más posibilidades tu ley que, por ejemplo, la ley de 1970 de Villar Palasí? ¿O que la LODE o la LOGSE? Me parece que sobrevaloras este momento de la historia, tu ley y a ti mismo.
Dice el preámbulo: «Esta reforma del sistema educativo pretende ser gradualista y prudente, basada en el sentido común y sostenible en el tiempo, pues su éxito se medirá en función de la mejora objetiva de los resultados de los alumnos y alumnas. Esta Ley Orgánica es el resultado de un diálogo abierto y sincero, que busca el consenso, enriquecido por las aportaciones de toda la comunidad educativa». ¿Alguien me puede decir cuál es la definición técnica de sentido común? ¿El sentido común de quién? ¿De Wert, que en su vida ha pisado un parvulario o una escuela pública de niños y niñas de Primaria? Es evidente que toda ley se mide por sus resultados, la LOMCE también. Y, en cuanto al diálogo y el consenso, no ha habido una ley con más gente en contra, incluso dentro del Partido Popular. Si algo ha provocado esta ley desde que era un anteproyecto, ha sido división y desencuentros en todas las instituciones y colectivos relacionados con la educación. Me parece que Wert ha escuchado muy poquito a los que le planteaban algo distinto. Esta ley es una imposición desde arriba, eso sí, con mucho sentido común wertiano. Y le auguro, desde “mi sentido común” y mi conocimiento directo de la escuela, un desarrollo conflictivo y una derogación inmediata en cuanto que su partido no tenga mayoría absoluta en el Parlamento. Incluso ganando su partido las elecciones, creo que tiene un futuro corto. Pero eso lo dirá el tiempo.
Concluyo este apartado recomendando la lectura completa del Preámbulo. No tiene desperdicio.

jueves, 29 de mayo de 2014

EL MAESTRO, AGENTE COMERCIAL

EL MAESTRO, AGENTE COMERCIAL

Vaya por delante mi antipatía hacia la ley Wert de educación por muchos motivos. Me propongo hacer un análisis más detallado del texto legal en breve, pero no me queda más remedio que avanzar algunas críticas a propósito de la presente reflexión, en la que me refiero en todo momento a la Educación Primaria. Imagino que todo lo que digo es extrapolable a la Educación Secundaria.
No soy el único que piensa que, detrás de la ley Wert, entre otros intereses, están los de las editoriales. Sin duda, las editoriales españolas que se dedican al libro de texto han bajado su volumen de ventas en los últimos años. ¿Por qué? Por varias razones: los colegios públicos tienen, después de unos años de inversiones, sus propios fondos de libros para prestar; y las familias, en tiempos de crisis, dan menos importancia a “estrenar” libros y se intercambian de modo natural los libros de texto. Fuera de los libros de usar y tirar de Educación Infantil y del Primer Ciclo de Educación Primaria, los libros se están aprovechando de un año para otro como antiguamente, sin tapujos y sin complejos. Los libros de texto, en general, son un dinero que acaba en la basura, porque nadie los colecciona ni los mantiene mucho tiempo en la estantería. Son raras las excepciones.
¿Cómo mantener el negocio? Comprendo que las editoriales son empresas que viven de vender libros, pero, dada la gran tirada que se hace de cada edición de libros de texto, los precios son abusivos. Es normal que la gente, que se aprieta el cinturón en las cosas más básicas, como la alimentación, intente ahorrar en este “artículo” de tinta y papel. Tradicionalmente, las editoriales “cambiaban de método” cada cierto tiempo; en muchos casos, la renovación consistía en un cambio de pastas o en una nueva ordenación del índice temático. Eso suponía nuevas compras. ¿Responsables últimos? Los maestros, que son quienes aprueban los cambios de editorial en los colegios.
El libro de texto es una herramienta muy cómoda que te da resueltos el día siguiente, el trimestre y el curso entero. Pienso que los contenidos de la cultura básica cambian muy poco de un año para otro, no es razonable tanta novedad editorial. Por ejemplo, en geografía: ¿Dejará de pasar el río Tajo por Toledo y de desembocar en Lisboa?; ¿o se intercambiarán los polos del planeta Tierra? Sin duda, acabo de decir un par de simplezas, pero a veces las simplezas reflejan lo que ocurre con más claridad que un circunloquio que pretenda no ofender. El problema del maestro es, fundamentalmente, la didáctica, y esa corre de su cuenta. El equipo editorial que elabora los libros de texto acaba siendo la mente pedagógica, para bien y para mal ‒en absoluta sintonía con el legislador‒, y el maestro es su mano ejecutora. Con todo, hay colegios en los que se acepta cualquier “versión”, antigua o moderna, del libro de una editorial. Se trata de maestros que piensan en la economía de las familias y, sin mucho esfuerzo, planifican sus clases teniendo en cuenta que sus alumnos tienen diferente paginación en los libros. Parece antiguo que en los tiempos de Internet hablemos así de los libros de papel, estoy de acuerdo, pero es la realidad.
La ley Wert es la cobertura legal para tener que cambiar los libros, sí o sí. En Primaria hay varias novedades claras en este sentido: el Conocimiento del Medio se desdobla en Ciencias de la Naturaleza y Ciencias Sociales y aparece una asignatura nueva alternativa a la Religión, Valores Sociales y Cívicos. Evidentemente, las editoriales son las primeras que se adaptan a los cambios legales, siempre van un paso por delante del magisterio. Se está vendiendo el cambio con un eslogan contundente: A rey muerto, rey puesto. En el curso 2014/2015 la ley entra en vigor en los cursos impares: 1.º, 3.º y 5.º. Los nuevos productos editoriales están ya en el mercado, y los agentes editoriales los están mostrando a marchas forzadas a los maestros.
Los maestros, en estos días, a las puertas de acabar el curso, se encuentran en la tesitura de decidir una nueva editorial o continuar con la anterior. Además hay una “amnistía” con la nueva ley, que permite hacer cambios editoriales sin aguardar los cuatro años de permanencia a que obliga la legislación en esta materia. Vino nuevo en odres nuevos, pero con importantes novedades comerciales. Los libros llegan con una licencia digital que permite al alumno, mediante una clave, acceder al libro digital de la editorial. Hay editoriales que venden esa licencia por un curso escolar, de modo que el libro de papel se puede reutilizar, pero para acceder al libro digital hay que pagar una nueva licencia curso a curso. Ignoro cómo será la calidad de los libros digitales, pero esto me parece una tomadura de pelo y un abuso comercial. Sinceramente, no sé en qué parará este laberinto especulativo, tan contradictorio en la era del software libre.
Oyendo a los comerciales de las editoriales, me siento un agente comercial más. En el fondo, admitir este juego mercantil es colaborar con un planteamiento lucrativo de la educación, que considera la educación un negocio y no un derecho fundamental de la persona. El maestro que entra en esta lógica se convierte en un agente comercial, y, a veces, en comisario político del legislador.
Lo siento, pero soy pesimista. Esta nueva campaña comercial está calando en un maestro “menor de edad”, con complejo de inferioridad, por la inseguridad que siente ante lo cultural y pedagógico, y con pocas ganas de complicarse la vida. En la actualidad, circulan dos falacias muy relacionadas entre sí: la primera es que todo aprendizaje  o conocimiento que no pase, de una forma o de otra, por lo informático es menor; la segunda es que, igualmente, todo aprendizaje o conocimiento que no se exprese en inglés está cojo, dándose por supuesto que el mejor vehículo para el saber es la lengua inglesa, las otras son una herramienta lingüística sucedánea. Ambas falacias se están afincando en el magisterio como verdades sólidas. Este clima es un buen caldo de cultivo para el negocio editorial.
¿Dónde está el niño en todo este entramado comercial? Quizás le estamos condenando a ser un consumidor pasivo de unos productos de baja calidad. Los libros hay que acabarlos como sea ‒si no, pregunten a cualquier maestro a estas alturas de curso (estamos en junio)‒, lo cual es en detrimento de la calma y la experimentación que el niño requiere para aprender. Como hay que acabar el libro y, si no hay fichas y tareas para casa, parece que no se hace nada en clase, se está volviendo a los deberes como un fin en sí mismos. Así que el aprendizaje se vive como un trabajo fatigoso, como un castigo, como algo que cuesta mucho esfuerzo. ¿Dónde queda la alegría de descubrir y de aprender? Funcionamos a base de bandazos, pasamos de la laxitud a los trabajos forzados como del salón a la cocina de la casa, y así nos va.
No perdamos la calma. Como decía Ignacio de Loyola, en tiempos de turbación no hacer mudanza, o no hacer mucha mudanza. ¿Cuánto durará en vigor la ley Wert? Está sujeta al próximo resultado electoral; en 2015 habrá elecciones, y ya veremos. Mientras tanto, hagamos bien nuestro trabajo, y no nos precipitemos ni desgastemos en discusiones puramente coyunturales, seamos prácticos. El complejo de la ignorancia se supera con estudio y trabajo de calidad. En eso no dependemos de nadie, la solución está en nuestras manos.
Carlos Cuadrado Gómez

domingo, 27 de abril de 2014

DÍA DEL LIBRO 2014 * CRÓNICA

LNL
Un montón de amigos nos reunimos en la LIBRERÍA AZORÍN de Leganés el pasado día del libro. Pudimos conversar tranquilamente gracias a la buena acogida de Julián y Meli, que nos permitieron alargar la jornada hasta pasadas las nueve de la noche. También fue un buen momento para conocer a nuevos lectores de La escuela del entretenimiento, libro que -sabemos por referencias- va teniendo una vida propia lejos de su autor y que está sirviendo para reflexionar y debatir sobre la educación en nuestras escuelas. Fue una tarde/noche muy agradable, en la que los libros fueron los protagonistas.
Mi agradecimiento para todos.
Carlos

GALERÍA DE FOTOS









lunes, 21 de abril de 2014

DÍA DEL LIBRO 2014 * LA NOCHE DE LOS LIBROS

Este miércoles, 23 de abril de 2014, estaremos en la LIBRERÍA AZORÍN de Leganés (C/ Villaverde, 2), de 18:30 a 20:00 h. Será un buen momento para charlar de libros, de educación, de la actualidad, etc.


LNLLa Noche de los Libros


domingo, 13 de abril de 2014

EL TIEMPO PASA. SEMANA SANTA

No me extrañaría que los lectores del blog, aburridos de no ver nada nuevo, salvo la promesa de un en breve bajo el título de SE ACABÓ, lo abandonen y se dediquen a cosas de mayor provecho. Os comprendo.
Efectivamente, el carnaval se acabó hace algo más de un mes, los cuarenta días de la cuaresma, y aquí estamos disfrutando de un descanso semanosantero, que no nos viene nada mal. ¿Alguien se acuerda de las tres semanas dedicadas al evento de don Carnal? Creo que no. Aquello se acabó y, como mucho, en las webs de los centros se han colgado algunas fotografías que ya nadie mira.
No quiero hacer de este blog un manual del reproche, aunque, como dice Joaquín Sabina, nos sobren los motivos. No obstante, en breve (mis en breve son poco creíbles, ya lo sé) daré mi opinión sobre dos cuestiones: la jornada continua y la ley Wert. Adelanto que no soy favorable a ninguna de las dos.
La semana santa, como todo periodo vacacional, es un buen momento para leer. He terminado recientemente Leonora, de Elena Poniatowska, la premio Cervantes del año pasado, que vendrá a recoger su premio a Alcalá de Henares el próximo 23 de abril. De ella también he leído La piel del cielo. En los tiempos del Internet, os recomiendo que busquéis de ella información y veáis algunas entrevistas: merece la pena leerla y escucharla. Ahora he vuelto a uno de "mis autores", Gonzalo Torrente Ballester. Estoy con Fragmentos de Apocalipsis. Siempre me sorprende, me atrapa con las palabras y me admira tanto por su prodigiosa imaginación como por su dominio de la lengua castellana.
Por cierto, por fin han abierto al público, después de su remodelación, el Museo Arqueológico Nacional. El pasado viernes fui a verlo. Mi primera impresión no ha sido buena, esperaba más del dinero invertido y del tiempo empleado. Tendré que ir más veces para hacerme un juicio más "justo" y estudiar las posibilidades para visitarlo con alumnos.
Y termino por hoy. La escuela del entretenimiento sigue viva, aunque marchitándose lentamente. El próximo 23 de abril, día del libro, estaré de 18:30 a 20:00 h en la LIBRERÍA AZORÍN de Leganés (calle Villaverde, 2). Gracias a Julián y a Meli, participaré en La noche de los libros de este año. Si te animas, allí estaré y podemos hablar de educación o de lo que quieras.
Carlos

LNL

lunes, 17 de febrero de 2014

EN PLENA VORÁGINE

EN PLENA VORÁGINE

En estas fechas, mediado el mes de febrero, los colegios bullen preparando el carnaval que se avecina. Febrerillo loco, dice el refrán, y de locura podemos calificar los días que nos esperan hasta que, por fin, desfilemos. ¿Quién puede centrar a los chicos para que se dediquen al estudio? A algunos nos cuesta. Los maestros somos los primeros que sufrimos el descoloque, preocupados por que todo esté a punto, por que todo salga bien. Después de la tempestad, vendrá la calma. Pero la semana siguiente al desfile los alumnos y nosotros haremos plof, tanta tensión pasa factura, y será otra semana medio perdida. De todas formas, ánimo para todos, hay que aguantar y superar el trago. Si otros años hemos sido capaces y todo ha salido bien, ahora no tiene por qué ser distinto. Ya enterraremos la sardina y todo habrá terminado. ¡Suerte!

El entierro de la sardina
GOYA

jueves, 23 de enero de 2014

CARNAVAL VERSUS LABORATORIO

Carnaval versus laboratorio
¿Es que son incompatibles el carnaval y el laboratorio? Teóricamente son compatibles, pero en la práctica el carnaval es sagrado y el laboratorio languidece de pena. El fiel de la balanza se inclina claramente del lado del carnaval, que es quien consume el mayor porcentaje de “energía escolar”, en tanto que el laboratorio se tiene que conformar con los residuos. No creo que haya un ataque consciente al laboratorio en cuanto tal (cualquier docente reconocerá la importancia de la ciencia, faltaría menos), sin embargo, el estilo de escuela que el carnaval representa ha acabado con la razón de ser del laboratorio y, por lo tanto, con el laboratorio mismo. El carnaval es divertido per se; para que el laboratorio llegue a ese grado de diversión, hay que dedicarle muchas horas, tener un gran interés por la ciencia y una formación cultural que no se consigue en un cursillo de treinta horas. El carnaval concluye la misma tarde de su celebración, el triunfo está asegurado y la gratificación es inmediata. Por el contrario, el laboratorio supone un compromiso y un trabajo dilatados en el tiempo, a lo largo de muchos cursos; es una tarea que nunca se concluye, y el éxito no está garantizado o es difícil de percibir con nitidez.
No obstante, si se quiere, todo tiene su justificación. ¿Podemos negar que durante el carnaval no se saque algo positivo? Hay dimensiones de la educación del niño que evidentemente se potencian en un carnaval: la expresión corporal, lo musical, las manualidades, la convivencia social, lo festivo, etc. Ese no es el problema. En mi opinión, el problema radica en que lo periférico se ha convertido en lo central. Y el ambiente de estudio que requieren las matemáticas, por ejemplo, se ve turbado en las semanas previas al carnaval, cuando el jolgorio y el bullicio son los reyes. Los defensores del carnaval recurren a lo que tiene de positivo para blindarlo, argumentando que toda opinión es relativa y que la suya vale tanto como la de los que son contrarios. También emplean justificaciones del tipo “así creamos colegio y damos una imagen de unidad”. Algunos nos preguntamos: ¿Es que acaso no podemos “crear colegio” con una buena planificación de lengua o de matemáticas?
¿Qué nos queda después del carnaval? ¿Cómo lo recordarán nuestros alumnos dentro de diez o quince años? Sé que preparar bien este tipo de eventos conlleva un gran esfuerzo y sostener una tensión agotadora durante días, pero, aunque nos duela, eso lo puede hacer perfectamente cualquier asociación de tiempo libre. Sin embargo, como acabamos de decir, mantener en funcionamiento un laboratorio es mucho más difícil y requiere un maestro formado. ¿No estaremos desaprovechando al cuerpo de maestros en fuegos de artificio?
(Extracto del capítulo 3)

miércoles, 1 de enero de 2014

AÑO NUEVO, NOVEDADES

Queridos lectores del blog:
Comienza el 2014, hoy es 2 de enero, en unos días volveremos a las aulas y, con el breve parón de la semana santa, llegaremos al verano en un sí es no es. ¡Feliz año nuevo a todos!
¿Cómo va la escuela del entretenimiento? Si hablamos del libro, la cosa está estancada, con la duda, por no decir certeza, de que se ha leído poco y se ha debatido menos, pero con la tranquilidad de que no nos ha costado dinero -de cara a la familia esto es importante- y de que ha consolado a algunos lectores que han visto por escrito sus propias opiniones, o parecidas. Si hablamos de la escuela de carne y hueso, la cosa está cada día peor, con nuevos elementos que la distraen de su cometido principal. En Madrid al menos, en muchos centros está en el candelero el asunto de la jornada continua vs. la jornada partida, lo cual está provocando enfrentamientos en los claustros -pocos, todo hay que decirlo, porque los maestros suelen estar de acuerdo en una mejora de sus condiciones laborales-, entre los maestros y las familias y entre las familias entre sí. Hablaremos de la cuestión más adelante.
Me propongo escribir periódicamente en el blog sobre diversos temas, sin demasiadas pretensiones y, si soy capaz, con un puntito de humor siempre que se pueda. Añadiré textos de La escuela del entretenimiento y de otros autores, imágenes, recortes de prensa, etc. Os animo a usar los comentarios para expresar vuestras opiniones. Intentaré/intentaremos que esto no se muera y no acabe en "el baúl de los recuerdos".
Un abrazo para todos.

MARÍA MONTESSORI

Para el niño, comprobar que le falta cualquier cosa simple que necesita poseer para poder triunfar en un trabajo intelectual más alto es una conquista importantísima. Esta conquista aparece como una liberación de la inteligencia que entrevé como una liberación que, una vez superado el obstáculo, todo marchará triunfalmente y sin fatiga.
Ideas generales sobre el método

VELÁZQUEZ
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