domingo, 17 de enero de 2021

Cartas a Ramón (3) 17 de enero de 2021

 CARTAS A RAMÓN

Dibujo de Cartas y sobre pintado por en Dibujos.net el día 13-05-15 a las  16:15:35. Imprime, pinta o colorea tus propios dibujos!

Tercera carta

17 de enero de 2021


Querido Ramón:

Cuando pasen los años, pongamos cuatro lustros, y se resuman estos tiempos, se dirá: "Continuaba la pandemia en alza y hubo una gran nevada que paralizó Madrid y parte de España, con gran quiebra de la salud y la economía de los españoles". Y con eso quedará despachado este periodo. Pero para los que estamos viviéndolo en directo suceden muchísimas cosas cada día, nos despertamos todas las mañanas con novedades, novedades malas.

Los días después de Reyes, jueves siete y viernes ocho, cayó literalmente la nevada del siglo. En Madrid capital y provincia superamos de largo el medio metro. Y, después de la gran nevada, ha venido la gran helada. Con temperaturas de ‒10º, grado arriba, grado abajo, la nieve se ha helado y las ciudades y pueblos son peligrosas pistas de hielo, con lo cual el mundo se ha parado y los colegios se han cerrado hasta nuevo aviso. Realmente no se ha podido circular por carreteras y calles. Ahora, con el paso de los días, va habiendo carreteras abiertas y caminillos por las aceras por donde pasar “a pie enjuto”, como cruzó Moisés con los israelitas en Mar Rojo. La hecatombe es de proporciones bíblicas, de ahí la comparación, pues además los casos de coronavirus se han disparado a niveles preocupantes, de modo que se habla de un nuevo confinamiento como en marzo de 2020.

¿Qué pasa con la escuela en mitad de este fregado? Al menos en la Comunidad de Madrid, las autoridades educativas, con un cuentagotas informativo, han ido demorando el comienzo de las clases presenciales: del lunes 11 al miércoles 13; del miércoles 13 al lunes 18; del lunes 18 al miércoles 20. Imagina la cantidad de comunicados que estamos enviando a las familias. ¿La vuelta definitiva será el 20? Sinceramente, nadie puede asegurarlo. Dicen los meteorólogos que el miércoles llegan las lluvias, y con las lluvias un aumento de las temperaturas y, espero, agua sobre la nieve helada, cosa que ayudará al deshielo. Pero, tal como están sucediendo las cosas últimamente, otras desgracias pueden acompañar al agua del cielo. Nadie se fía ya, todo el mundo anda sobre aviso.

Durante esta semana pasada y hasta el miércoles 20, hemos vuelto al teletrabajo de los tiempos duros del coronavirus (de marzo a junio de 2020). Los maestros preparamos las actividades que, online o por videoconferencia, hacemos llegar a las familias de los alumnos para que trabajen en casa y “no pierdan” el ritmo escolar. Y así estamos, Ramón.

Lo primero, por supuesto, es salvar la vida, por encima de cualquier planteamiento pedagógico o del tipo que sea. Sin embargo, ¿qué quieres que te diga? Si ya cuesta que el personal aprenda de modo presencial, teletrabajando es una quimera, dicho sea desde mi humilde opinión y por lo que yo veo en el día a día.

Un número altísimo de alumnos, principalmente los socialmente más desfavorecidos, en la práctica no hacen nada de nada. Estos diez días de teletrabajo están siendo una ampliación de las vacaciones de Navidad: diez días más para jugar con maquinitas horas y horas. Ojalá me equivoque, que sería para mí una alegría enorme no acertar en esto que digo.

De políticos y asociados, mejor no hablar. Por lo menos, cuando volvamos a clase, Trump y sus “allegados” habrán abandonado la Casa Blanca, sede del emperador del mundo. Esa noticia es buena por sí misma, aunque no tiremos cohetes por el relevo, Joe Biden, que tampoco es un santo de almanaque. ¡Pues anda que no hay problemas graves en el mundo! Nuestras vidas seguirán su curso, en gran medida al margen de los poderosos, guiadas por el instinto de supervivencia, que es el único que nos ayuda en los momentos críticos.

Así, veo yo las cosas, Ramón. De momento, no se me ocurre nada más que contarte.

Siempre tuyo:

Carlos Cuadrado Gómez