LA LEY WERT:
LA LOMCE
(1)
Introducción
En unos días comienza el curso
2014/2015. Algunos artículos de la última ley de educación, LOMCE o Ley Wert,
entran en vigor. Cumplo con mis lectores el compromiso de darla a conocer y
analizarla.
Haré más hincapié en los
aspectos referidos a la Educación Primaria. Lo haré a lo largo de varias
entradas. Hay muchos aspectos técnicos de educación que nunca se comentan en
los medios de comunicación. La financiación y la política de becas tienen que
ver con los presupuestos generales y con la política social de los gobiernos de
las diferentes administraciones del Estado. Por supuesto, afectan al día a día
de la educación, pero no son lo único que afecta al sistema educativo. Como maestro,
hago una selección de los contenidos de la ley que más nos afectan y los analizo
cuando lo considero oportuno.
Una ley incómoda de leer
De momento, que yo sepa, no hay
un texto refundido para leer la LOMCE, que, propiamente no aporta un articulado
nuevo. Hay que leerla con la anterior ley de educación, la LOE (2006), al lado,
pues hay que ir cotejando artículo a artículo ambos textos.
La LOMCE tiene un único artículo,
que dice: «Artículo único. Modificación de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de
mayo, de Educación. Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, se
modifica en los siguientes términos».
Efectivamente, la LOMCE respeta
rigurosamente el orden del articulado de la LOE, y mantiene, modifica, suprime
o amplia cada uno de sus artículos. Para el lector, leer la LOMCE es una tarea
farragosa e incómoda. ¿Cuántos hemos cogido el lapicero y unos folios y nos
hemos puesto manos a la obra?
De la ley podemos decir de todo
menos que sea clara. ¿Ha sido una estrategia para desanimar a la gente? No sé
si pensar que el redactor ha sido torpe o hábil. Si ha sido hábil, dudaremos de
sus buenas intenciones. Si ha sido torpe, ¿quién le ha permitido redactar una
ley de educación? Leed la ley y juzgar por vosotros mismos.
Quien se atreva a leer la LOMCE
debe proveerse de los siguientes documentos, que pueden descargarse fácilmente
de Internet:
‒Ley Orgánica 2/2006, de 3 de
mayo, de Educación (BOE: 4 de mayo de 2006).
‒Ley Orgánica 8/2013, de 9 de
noviembre, para la mejora de la calidad educativa (BOE: 10 de diciembre de 2013).
‒Real Decreto 126/2014, de 28 de
febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria
(BOE: 1 de marzo de 2014).
Se hace referencia a otros
documentos legales, como la LODE de 1985, pero los tres que cito son
imprescindibles. Si es preciso, más adelante daremos información del resto del corpus legal.
Un preámbulo ilusorio
Los preámbulos de todas las leyes
de educación son ilusorios: la ley en cuestión va a cambiar el mundo de la
educación y, por ende, el mundo en su totalidad. La LOMCE en este sentido no se
diferencia de las demás.
Sin embargo, el preámbulo de la
LOMCE llega a la cumbre de lo ilusorio y, a veces, cae en unas simplezas y una
propaganda burdas. Parece que alguien lo ha escrito en una tarde de inspiración,
de un tirón, como quien habla con el vecino en la barra de un bar. Se emplean
términos ambiguos, nada técnicos. ¿Qué se quiere decir, por ejemplo, con la
palabra “talento”? Fulano tiene mucho talento, es muy espabilado, dice la gente
en la cola del mercado. ¿Y “espíritu emprendedor”? ¿Y “sentido común”?
Dice el preámbulo: «Detrás de
los talentos de las personas están los valores que los vertebran, las actitudes
que los impulsan, las competencias que los materializan y los conocimientos que
los construyen». La frase está muy bien como comentario catequético, pero
adolece que toda técnica. ¿Quién ha escrito esto? ¿Es la educación o la
pedagogía una ciencia? Leyendo esto, lo dudo.
Dice el preámbulo: «Como
nunca hasta ahora la educación ha tenido la posibilidad de ser un elemento tan
determinante de la equidad y del bienestar social». Hombre, Wert, que tú no
te has inventado la educación ni eres el primero que considera que la educación es
un motor del progreso social y la igualdad de los seres humanos. ¿En qué tiene
más posibilidades tu ley que, por ejemplo, la ley de 1970 de Villar Palasí? ¿O
que la LODE o la LOGSE? Me parece que sobrevaloras este momento de la historia,
tu ley y a ti mismo.
Dice el preámbulo: «Esta
reforma del sistema educativo pretende ser gradualista y prudente, basada en el
sentido común y sostenible en el tiempo, pues su éxito se medirá en función de
la mejora objetiva de los resultados de los alumnos y alumnas. Esta Ley
Orgánica es el resultado de un diálogo abierto y sincero, que busca el
consenso, enriquecido por las aportaciones de toda la comunidad educativa».
¿Alguien me puede decir cuál es la definición técnica de sentido común?
¿El sentido común de quién? ¿De Wert, que en su vida ha pisado un
parvulario o una escuela pública de niños y niñas de Primaria? Es evidente que
toda ley se mide por sus resultados, la LOMCE también. Y, en cuanto al diálogo
y el consenso, no ha habido una ley con más gente en contra, incluso
dentro del Partido Popular. Si algo ha provocado esta ley desde que era un
anteproyecto, ha sido división y desencuentros en todas las instituciones y
colectivos relacionados con la educación. Me parece que Wert ha escuchado muy
poquito a los que le planteaban algo distinto. Esta ley es una imposición desde
arriba, eso sí, con mucho sentido común wertiano. Y le auguro, desde “mi
sentido común” y mi conocimiento directo de la escuela, un desarrollo
conflictivo y una derogación inmediata en cuanto que su partido no tenga
mayoría absoluta en el Parlamento. Incluso ganando su partido las elecciones, creo
que tiene un futuro corto. Pero eso lo dirá el tiempo.
Concluyo este apartado
recomendando la lectura completa del Preámbulo. No tiene desperdicio.
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